La mentira más grande de la burguesía

Este es un escrito mió, en el cual recapitulo la tesis de la dictadura del proletario y la República Burguesa, espero que les guste y que comenten:

Muchos críticos de la dictadura del proletariado, incluso en la izquierda, defienden la idea de democracia. Pero se les olvida que no es democracia sino una dictadura de la minoría aristócrata financiera, una dictadura tan pulida que hace creer a la mayoría que existe un verdadero equilibrio de poder. La minoría venda los ojos de la mayoría. La burguesía y sus aparatos ideológicos y de represión forcejean con el fin de hallar argumentos para defender la dominación de los explotadores. Entre esos argumentos sobresale la condenación de la dictadura y la defensa casi heroica del ideal democrático,este es un argumento repetido hasta hastiar, y es sin duda una gran falacia llena de hipocresía. La verdad es mucho menos adornada pero ese es el carácter casi inexorable de la verdad y es sin duda que la democracia es la mayor mentira de la clase burguesa, una mentira tan bien contada y reproducida que, aún en la clase explotada resuena con fuerza. Tenemos constituciones, cámaras, senado, todo un aparato para repartirse el poder entre los oligarcas y que nos evitan tener libertad, una libertad confusa para muchos y clara para pocos. Dicen falsamente que es la democracia del pueblo, la democracia burguesa es en si la dictadura de la burguesía, es la dictadura de la minoría sobre la mayoría, la dictadura del proletariado es la dictadura de la mayoría sobre la minoría, la verdadera lucha de clases desemboca en la dictadura del proletariado. La historia enseña que ninguna clase a llegado ni podrá llegar a dominar sin un periodo de dictadura, es decir, sin conquistar el poder político y aplastar la resistencia, que se resisten a entrar en la evolución de la sociedad, en abandonar la prehistoria de la humanidad. La burguesía se mofa de la clase obrera dándole “libertad” de prensa y de reunión, nos dan “educación” a unos más que a otros y nula para muchos, nos dan “libertad” de elección, que nos permite cambiar de amo cada cuatro años. Todas estas “libertades” de la democracia burguesa nos llevan a un solo hecho innegable; la explotación del proletariado, con una fachada descarada llamada estado de derecho. La libertad de prensa es sin duda una de las principales insignias de la democracia burguesa, pero sabemos bien que esa libertad es un engaño, privados son los canales de televisión, privada es la radio, privados son lo periódicos de circulación nacional, en fin todos los medios de comunicación masiva son privados y por ende reflejan la ideología de la clase que los manipula; la clase burguesa, el poder del capital sobre la prensa es tan claro, nítido y cínico, que todo movimiento de oposición se ha dado cuenta de ello. El poder que el capital ejerce en los medios de comunicación se ve a diario, mienten acerca de la oposición con una furia y salvajismo, con una barbarie que nos deja casi atónitos, falacias se han dicho y se siguen diciendo, mentiras se esparcen por el mundo entero. Todo movimiento de oposición es fuertemente atacado. Aún en la republica burguesa más democrática, la libertad de prensa no existe, y así será mientras las imprentas, las estaciones de radio y televisión sigan en las manos de la burguesía, subordinada al capitalismo voraz y despiadado, que no le importa vendernos noticias amarillas con tal de acumular capital, usan el capital para falsear y a veces hasta fabricar la verdad. El descaro de la clase burguesa no queda solamente reflejado en el poder que tienen de manipular a voluntad las noticias, también al darnos esta “libertad” de reunión, una libertad que solo los dueños de capital gozan, solo los ricos poseen tiempo y los locales sociales para reunirse, que además son protegidas por el aparato burgués de poder, es algo que ni el campesinado, ni el proletariado poseen. Como se puede llamar libertad de reunión si la clase obrera carece de los medios para reunirse. Si el proletario llegase al poder tampoco se les podría dar libertad de reunión a la burguesía, sería una estupidez dar libertad de reunión a los explotadores que se resisten hacer derrocados y a perder sus privilegios, la burguesía cuando era revolucionaria en el siglo XIX tampoco dio libertad de reunión a los monárquicos y nobles, puesto que se hubiesen organizado para intentar una restauración. Los aparatos de represión del estado como son; la policía, el código penal, el ejército, etc. Solo sirven para mantener el status quo de la sociedad, para mantener esa “libertad”, la libertad de lucro para los ricos y la libertad de morirse de hambre para los pobres. Estos aparatos, que son tan evidentes en todo el mundo, especialmente en el tercero mundo, solo refleja el carácter de la dictadura burguesa, el militarismo fascista, perseguidor de toda forma de pensar, reaccionar y revolucionar la sociedad. Todo pensamiento de oposición es rápidamente callado, con hordas paramilitares, juicios injustos, señalamientos de terrorismo y acciones militares, sean estas encubiertas o abiertas. La clase burguesa ha sido muy inteligente en hacer prevalecer su ideología, la monarquía se defendía con la idea de Dios, la burguesía se defiende con la idea de “libertad”; la libertad de ser explotado, manipulado y ultrajado.

1 comentario:

Daniel Aros Nadal dijo...

Hay mucho de cierto en sus palabras compañero, y tal como lo señalara Antonio Gramsci es necesario generar hegemonía desde la ideología del proletariado, y mantener el mensaje de unidad en la izquierda, debido a que los elementos divisionistas son los que frecuentemente han frustrado las iniciativas revolucionarias, tales como la derrota en Trurín, los frentes populares o la amenaza nazi en Alemania.
Sin embargo hay que tener cuidado con transformar la dictadura del proletariado en la dictadura del partido, como lo han demostrado los llamados comunismos reales de Europa del este, quienes traicionaron tanto al ideario marxista como a quienes decían defender, pues no hay que olvidar que la lucha del socialismo es una empresa profundamente humanista y liberadora, y no la diatriba panfletaria que la mayoría de los liberales reaccionarios y anticomunistas a secas pretenden hacer creer a la población común y silvestre.
Felicitaciones compañero, muy lúcidas sus reflexiones y recuerde siempre ser crítico no sólo con el sistema sino también poner en crisis sus propias posturas para no transformarse en un borrego más, como muchos otros.